sábado, 7 de febrero de 2015

Adecuación al desarrollo evolutivo


 La necesidad de que todo tipo de tareas pedagógicas sean adecuadas, en contenido y forma, a la edad de los educandos, ha sido una preocupación permanente de los pedagogos y conforma uno de los básicos principios educativos.
    

     Los contenidos educativos deben correlacionarse con las etapas de la maduración evolutiva, y seleccionarse en función de este desarrollo.
     

     Es esencial que en las sesiones de trabajo con adolescentes y jóvenes existan amplias oportunidades de manifestación de la creatividad, y de una fecunda participación, la cual desarrolle la responsabilidad, el placer por realizar tareas cooperativas; la expresión de relaciones de auténtica amistad y las oportunidades de conocer al maestro y a los compañeros. 
     
     A través de las actividades ricas y variadas en un clima de libertad y alegría, debe lograrse que los alumnos encuentren cabida a sus expresiones personales y grupales, en forma natural, vigorosa y espontánea. Si en las clases existe concentración, dedicación y alegría, el maestro estará cumpliendo con este principio, pues estas manifestaciones indican que las tareas responden a los intereses y necesidades de los estudiantes.

     Si bien las profundas modificaciones morfológicas y orgánicas, los cambios en estatura y peso, las características del sexo y la restructuración del esquema corporal ocupan un  lugar muy importante en las actividades motrices.